De nubes, lluvia y otras más.

=)

El día martes tuve que ir a Ciudad Universitaria. Mi querida Universidad.

La tarde me sorprendió con un poco de lluvia, una lluvia intensa. Desde hace ya varios años, bastantes años diría yo, no había tenido la oportunidad de sentir de nuevo las gotas de lluvia en C.U.

El lugar dónde caminaba estaba solitario, no había gente transitando, solamente los carros que pasaban dentro del circuito. No llevaba paraguas, así que me dí la oportunidad de mojar mi rostro con el agua que caía.

Me mojé tan deliciosamente que en un momento no supe cuáles eran gotas de lluvia y cuáles derramaban mis ojos.

Casualmente, al llegar a San Ángel ya no llovía, de hecho, ahí todavía el agua no había llegado, de esas cosas tan asombrosas que logra la naturaleza, pasando el último puente peatonal de sur a norte, sobre la Av. Insurgentes, ya no llovía, el agua ya no caía...

Tal vez necesitaba recordar un día lluvioso en C.U.

Bajé del microbús, caminé un par de cuadras, crucé la Avenida y rematé el momento con un delicioso café estilo friends, sí, de ese que venden en el Starbucks...

***

Miércoles 13.

Tuve que caminar por una de las Peje Avenidas, de hecho solamente fueron dos cuadrototototototas, desde Auditorio Nacional hasta Montes Urales, o lo que es lo mismo, caminé el largo de los jardines del Campo Militar Marte.

Ah! Paseo de la Reforma convertida en la Peje Avenida.

Muy triste, realmente una escena muy triste.

Televisiones de 24 pulgadas y más grandes o más pequeñas, por el área que caminé no había campamento que no tuviera mínimo una T.V. (en uno alcancé a ver 3 =S ) sintonizada en un programa de televisión abierta y no era precisamente noticieros.

Eran las 8:25 am y tenía que estar a las 9:00 en Montes Urales, bueno, entre Montes Urales y Monte Pelvoux; el camino sería largo, no tanto por la distancia, sino por el ambiente.

Las televisiones transmitían el avance de las telenovelas, los altavoces pidiendo la cooperación de la gente para que el Peje de "su grito" por la democracia en el Zócalo, el olor a "garnacha" emanado de los pejeCampamentos y las pláticas 'ñeras entre los que están ahí, haciendo su guardia o apuntándose en la lista de asistencia.

Sí, no crean que ellos duermen ahí, no, alcancé a escuchar que llegan como a las 7:00 para levantar los puestos de garnachas y colocar las mantas entre otras cosas.

La peje Avenida, lo más asqueroso que he visto. Me pregunto si la gente aún no termina de analizar la mirada dictadora de ese que llaman líder político, ¿primero los pobres? ¡Por favor!

Como siempre, mis cálculos hacia el tiempo casi exactos, llegué 10 minutos antes de la hora, así que tuve que esperar en el pasillo.

El resto del día, fue el resto del día...

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Jueves 14.

Hoy, hoy las nubes vinieron a visitarme.

El cielo en la Ciudad de los Palacios realmente increíble y hermoso. Pero con un poco de incertidumbre.

Cuando salgo de casa, siempre miro arriba, miro hacia el cielo. Me gusta ver las formas de las nubes, el color del cielo, el cómo cambia de tonalidad de un lugar a otro y que no siempre es completamente azul.

Hoy, las nubes nos dieron un espectáculo maravilloso, estoy segura que poca gente lo ha percibido o que casi nadie se detiene a mirar por un momento lo que la naturaleza nos regala.

Tres colores en el cielo, blanco, azul y grisaseo tirándole a negro.

Fue una lástima que no cargara mi cámara y plasmar en imagen lo que ví hoy.

Cerca de la casa se formó una especie de óvalo, originado en una base de nubes, el contorno del óvalo era blanco, pero el trazo no era firme, sino fracturado y delgado, como si los rayos del sol también quisieran hacerse presente en el espectáculo.

Había nubes bicolores, blanco con gris y blanco con una tonalidad más obscura, casi negro; lo curioso es que estaban dentro del mismo espacio dónde el cielo era completamente azul y había nubes completamente blancas y el Ajusco se podía ver a la distancia. Estaba despejado.

Era como si las nubes se abrazaran unas a otras, como si mientras unas se brindaban calma las otras daban fortaleza, como conjuntar dos sentimientos diferentes en uno sólo.

Espero que no sea un presagio de desastre natural, preferiría tomarlo como un "Nos van a regresar a Reforma y toda su historia".

Sí, andar por Reforma es todo un espectáculo. No por nada desde el Castillo de Chapultepec se puede ver y perderse en el horizonte.

A esta hora, 18:15 según mi reloj, el cielo sigue despejado, lleno de nubes, más blancas, quizás hoy no llueva...




**** Escuchando - Como tú - Joselo. ****

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