Un día de agosto

=)


Desperté, la indecisión me embargaba. Movía mi cuerpo de un lado a otro, el insomnio había llegado.

Tener que dar el paso, enfrentar la situación. No era fácil.

Pequeñas gotas de agua corrían por mi frente, la presión era latente, respiración inconstante, ideas sin concluir, neblina mental.

Es como si el miedo fuera el ganador, pero en otra parte de mi ser el indicador es otro; como aquella luz lejana en el camino oscuro. ¿Seguirla o quedarse parado?

No es fácil, pero es cuestión de actitud y simplemente decir: sí.

Aunque al final ignoro en que terminará este pensar, vale la pena caminar hasta esa pequeña luminosidad.