Lejos, cerca, lejos
Lo que disfruto cuando platico con mis amigos que ya no viven en este país, es recordar el cómo los conocí.
Traer esos recuerdos a mi mente, ayudan para confirmar el por qué son mis amigos; me alegra mucho darme cuenta que todos comparten una característica comun.
Y eso me entusiasma, porque también recuerdo a la gente que ya no está cerca de mi vida, aquella que se ha ido para no regresar y que definitivamente, no me preocupa que no lo haga.
Entonces, aprecio y valoro más a mis amigos; extraño que ya no habiten aquí, pero en realidad siempre estamos cerca, porque no importa que el tiempo pase, no han perdido su esencia y mucho menos, han dejado de ser ellos para convertirse en lo que simplemente no encajarían.
Agradecida estoy por tenerlos siempre cerca, aunque vivan lejos.
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