Pequeñeces
=)
Creo que he sido lo suficientemente egoísta con la vida, por no haberme percatado de las grandezas que tiene en las pequeñeces.
Posiblemente suena paradójico, pero es cierto.
Hoy, mientras regresaba a casa, me dí cuenta que nunca he tenido por qué sufrir para transladarme no solamente al trabajo sino también a la casa.
Ver cómo la gente se convierte en animal para subirse al transporte público, me dejó sorprendida y asombrada, tal vez exagero, pero sí, me dejó impactada la manera en que la gente se empuja y se aferra para abordar un vagón o lo que sea con tal de llegar a su casa.
No sé si tomar esas actitudes sirva de algo, o los haga llegar más temprano o seguramente sirve para alcanzar el pan recién salido del horno de las panaderías, digo, para algo debe servir esa actitud.
A mí, por ejemplo, me ha servido en ajeno, para darme cuenta que simplezas como esas nunca las he tenido que sufrir, porque afortunadamente no necesito olvidar que @dios o la divinidad que ustedes prefieran, me dotó de una característica que me diferencia de un animal; aunque la gente lo olvida.
Y si no me creen que lo olvidan, intenten subirse a las estaciones más concurridas en el metro a ver si pueden hacerlo de una manera decente o al menos, como si fueran realmente humanos y no animales.
Tal vez hoy amanecí un poco más sensible...
Creo que he sido lo suficientemente egoísta con la vida, por no haberme percatado de las grandezas que tiene en las pequeñeces.
Posiblemente suena paradójico, pero es cierto.
Hoy, mientras regresaba a casa, me dí cuenta que nunca he tenido por qué sufrir para transladarme no solamente al trabajo sino también a la casa.
Ver cómo la gente se convierte en animal para subirse al transporte público, me dejó sorprendida y asombrada, tal vez exagero, pero sí, me dejó impactada la manera en que la gente se empuja y se aferra para abordar un vagón o lo que sea con tal de llegar a su casa.
No sé si tomar esas actitudes sirva de algo, o los haga llegar más temprano o seguramente sirve para alcanzar el pan recién salido del horno de las panaderías, digo, para algo debe servir esa actitud.
A mí, por ejemplo, me ha servido en ajeno, para darme cuenta que simplezas como esas nunca las he tenido que sufrir, porque afortunadamente no necesito olvidar que @dios o la divinidad que ustedes prefieran, me dotó de una característica que me diferencia de un animal; aunque la gente lo olvida.
Y si no me creen que lo olvidan, intenten subirse a las estaciones más concurridas en el metro a ver si pueden hacerlo de una manera decente o al menos, como si fueran realmente humanos y no animales.
Tal vez hoy amanecí un poco más sensible...
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