Agosto 2008

=)

Me gustaría hacer un recuento. Desde enero a la fecha mi vida, siento que ha cambiado mucho.

El accidente lo sentí más de lo esperado, no puedo negar que me decepcioné en muchos aspectos y hasta cierto punto llegué a sentirme como inválida. Afortunadamente no pasó este último punto.

Me sentí más cercana a mis verdaderos amigos, aunque por algunos meses estuve cerca de gente que no hacia otra cosa que aprovechar la oportunidad para burlarse de mí, entre otras cosas que prefiero omitir porque mencionarlos sería darles la importancia que, afortunadamente, no tienen.

Perdí tres oportunidades que estaba esperando durante mucho tiempo, ser parte del equipo de voluntariado de un museo en el D.F; cursar un diplomado en cuestiones culturales y formar parte constante de un grupo de fotografía.

Tampoco pude asistir al concierto de Café Tacvba en el Palacio de los Deportes y me quedé con mi boleto íntegro. Aunque mis amigos hicieron lo posible por hacerme estar ahí, aunque no fuera físicamente. ¡Gracias!

No todo fue tan malo, este accidente me presentó a grandes personas. Como todo el equipo de la escuela de rehabilitación de la UVM y los maravillosos médicos del Hospital en Av. Observatorio. Sin las primeras, ahorita no podría subir una escalera y sin los segundos, no hubiera tenido tan excelente operación.

El día 6 de agosto, pude viajar a Canadá junto con una de mis amigas, ahí conocí a otra persona muy linda. Como bien me lo dijo: "este viaje te va a dejar una mejor visión y experiencia" y es cierto.

Y aunque todavía no me dan de alta, siento que poco a poco estoy retomando el curso de mi vida de nuevo. Las cicatrices en la rodilla, tardarán un año en desaparecer; pero la que me dejó entrar a un quirófano, prefiero convertirla en una gran experiencia.

Simplemente seguir...