Mi fuerza de voluntad

(=

Pensé mucho antes de publicar este relato, pero decidí escribirlo, con sus respectivas reservas porque esto es una de las tantas cosas que he puesto en la caja negra , a pesar de que este recuerdo es solamente éso, un recuerdo, es parte del pasado pero que aún tengo muy presente.

Pero, creo que este relato le servirá a alguien que por error caiga en este lugar y quizá se sienta identificado(a) con la situación.

La historia

Hace un año, mmhh... poco más de un año, por tratar de ser mejor para alguien, decidí bajar de peso a la mala, fuí a una clínica de control de peso en donde, en cada consulta nos daban una dotación de pastillas y gotas, las cuales no tenían un nombre impreso, ni una indicación de qué tipo de sustancia contenían; además de una hoja con una "dieta" que tenías que seguir mientras te duraba la medicina.

La dotación éra para una semana, llegué a ése lugar pesando 67.900kg. Al término de la primer semana perdí 3.100kg ( puedo presumirles que tengo memoria de elefante).

No lo podía creer, en toda mi vida no había perdido tanto peso y mucho menos en una semana, me sentía, la verdad, emocionada y decidí seguir con el tratamiento.

Estuve visitando la clínica durante varios meses, por cuestiones del trabajo dejé de ir cada semana, y hubo un mes y medio en donde no me paré por ahí, no tenía tiempo. Así que iba pero no con frecuencia, a pesar de éso llegué a perder casi 10kg, en un periodo de unos tres o cuatro meses más o menos, la última vez que fuí la báscula marcaba 57.600kg, fue en el mes de noviembre de 2003 mi última visita a ése lugar.

Dejé de ir porque me dí cuenta que en la última dotación de pastillas subí de peso :P y no me gustó :P

Aquel sábado fue el último que visité la clínica, para no regresar más.

Los síntomas

Bueno, pues desde que comencé a tomar aquella "medicina" mi carácter se volvió muy, pero muy irritable, todo el tiempo estaba de malas y no sentía cansancio alguno, a pesar de que hubo un mes en donde las rondas de trabajo eran de más de 10horas.

A veces sentía que mi corazón latía más rápido de lo normal. A la Dra. que atendía le platiqué mi síntoma del mal humor y me dijo que era porque estaba dejando de comer "comida chatarra" y entre las comidas, que era normal.

En cada visita nos medían la presión, en todas salí bien, a excepción de la última donde mi presión estaba al límite de lo que era normal, muy baja.

El cabello se me empezó a caer mucho, más de lo normal, siempre andaba desganada y mi ánimo se vió muy afectado, no soportaba hablar con alguien, me irritaba mucho, siempre andaba de muy mal humor.

Perdí el color de mi piel, recuerdo que antes de esto si me exponía mucho tiempo al sol, prácticamente al instante mis mejillas se enrojecían, durante este tiempo, lucieron con un color demasiado pálido...

El cambio

A partir de noviembre, después de la última visita a la clínica, decidí inscribirme a la práctica de spinning, aún resintiendo los síntomas, la primera vez que me subí a la bicicleta no sudé ni una gota de agua, nada, nada, pero bajé con un color muy pálido que los instructores se asustaron y me preguntaron si me sentía bien, respondí que sí.

Así fue durante un mes y medio, hacia mi rutina pero parecía que no, mi rostro lucía pálido.
Durante las vacaciones de diciembre cerraron el lugar donde iba al spinning por las vacaciones, así que fue en enero cuando retomé el ejercicio.

Decidí visitar a la báscula, 58.300kg, dije, no está mal (= gracias al spinning había mantenido más o menos el peso y no había ganado mucho (el famoso rebote).

Practiqué spinning durante 5 meses, hasta que un día fuí al cine y ví que adquiriendo una tarjeta que te reconoce como cliente frecuente tenías descuento en un gimnasio exclusivo y orientado sólo para mujeres (no, no, no es un chip & dale) (=

No lo pensé dos veces, compré la tarjeta y a la semana siguiente visité el lugar.

Me gustó porque además de darte tu guía de nutrición, haces ejercicios de fuerza, parecido al pilates.

El circuito consta de 9 aparatos en los cuales trabajas diferentes partes del cuerpo y entre cada aparato hay un descanso en donde haces un ejercicio aeróbico, la rutina completa la haces en media hora con intérvalos de descanso de 10 seg. cada 10 minutos, ¿me explico?

No solamente es bajar de peso, sino la masa corporal mejor conocida como IMC o más coloquialmente, "la grasita". Para medir este índice, se tiene un aparato especial, y el porcentaje resultado está en base a tu edad, peso y estatura.

Me he mantenido en un peso, he reducido medidas, ¡sudo! y el sol vuelve a quemar mis mejillas.

El perdón

En toda mi vida me había reusado a hacer ejercicio, sinceramente nunca me había preocupado por mi físico, siempre he sido obesa, pero más que nada creo que por mis ideas, siempre he pensado que vale más una persona por lo que és que por cómo se vé.

Pero, en su momento, una persona me hizo sentir que aunque la gente diga que no, no le importa la apariencia cuando se quiere de verdad, éso es mentira, el aspecto físico siempre importará.

Mi idea no ha cambiado, me considero una gente normal, no conozco la vanidad porque simple y sencillamente no soy vanidosa, soy normal, tal vez demasiado común, las medias y las uñas pintadas están peleadas conmigo porque es algo que sé no necesito tener ni portar para ser mejor o para sentirme bien.

(= Sí, estoy muy peleada con la vanidad (=

Todo esto que me pasó me ha servido porque ahora cuido más mi salud, he visto como la gente demasiado obesa sufre en muchos sentidos, para subirse a un camión, para ocupar un asiento en el cine, pero no sabemos si ésas personas sufren de alguna enfermedad o es puro descuido personal.

Desde el primer día que me subí a una bicicleta fija e hice una hora y media de rutina de spinning, desde ése día he empezado a pedirme perdón a mi misma, no por no ser delgada, o por pensar que espanto a la gente por mi aspecto, mucho menos por ser descuidada en mi arreglo personal.

Estoy aprendiendo a perdonarme porque lastimé todos y cada uno de mis sentidos, de mis sistemas nervioso, circulatorio y demás, porque lastimé mi estado de ánimo, porque hubo un momento en que había perdido la alegría de vivir, porque hubo noches en los que no veía las estrellas ni su esencia como solía hacerlo, porque hubo un momento en mi vida en el que todo a mi alrededor fue obscuro y sin vida debido a mi mala decisión de bajar de peso a través de una pastilla.

Hoy me siento feliz de ir tres veces a la semana a las sesiones de ejercicio, porque estoy recuperando poco a poco la salud que perdí hace más de un año.


*** No estoy escuchando una canción en especial en este momento, simple y sencillamente dejo una frase para la reflexión:

Las palabras no me harán sentir mal, soy bella, no importa lo que digan los demás, sus palabras no me harán caer.

Commentaires

Articles les plus consultés